Textos

Johnny Gavlovski y sus «brujas»

La pieza «La Bruja» de Johnny Gavlovski, es una estructura de lo épico que se nos hace, en el rigor de la lectura, un poema dramático. Siendo así la cadencia y el ritmo estructuran la sintaxis de un diálogo que se hace poema, conformidad lírica. Esa forma del poema dramático se presenta en el texto: el rezo constante le confiere el ritmo a la pieza, con la idea de crear una ruptura con la historia. Es un llamado que se utiliza como recurso ante el espectador. De allí que se construye lo sonoro mediante la situación que ofrece el rezo como tal. Si tiene una finalidad religiosa, también la tendrá estilística para el fin del drama en sí. El rezo constituye parte condicional de los personajes: personajes que pertenecen al siglo de la inquisición alemana. Introduce entonces este elemento histórico como excusa para tratar el género del terror: la muerte y la enajenación ideológica, representada en el aspecto religioso en toda la trayectoria, escena tras escena, de la pieza. Se introduce lo histórico: el juicio inquisidor a una madre e hija acusadas de herejía y hechicería, pero el asunto termina siendo más cotidiano y hasta cercano cuando los personajes deciden relevar su inmediación entre uno y otro. Cuando las pasiones personales son los verdaderos motivos de la historia y de qué se nos dice realmente entre líneas. Se usa el recurso de lo literario para conseguir una pieza teatral rítmica y de estructura teatral…. [lee más en crítica teatral]

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Hola Tú

[..] Esta interpretación que descubro ahora de «Hola, tú» antecede a dos ensayos anteriores que he hecho en torno a su autor Johnny Gavlovski. Pienso, en el rigor de esas dos piezas estudiadas anteriormente, que nos encontramos con diferencias bien importantes. Estructuralmente una de la otra. Tal diferencia nos permite decir que cada una de ellas, «La bruja», «El día que ganó Susana Dujim» y, ésta, «Hola, tú» respectivamente representan, cada una por separado, un estilo y una tendencia que clasifica, en marco de estos ensayos, la obra de su autor en tres tendencias que iremos especificando en la medida que sistematicemos un estudio en torno a su obra en general y su relación con el teatro venezolano. Empecemos entonces con menos ambición y destaquemos algunos aspectos en «Hola, tú»….. [lee más en crítica teatral]

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El día que ganó Susana Dujim

En la pieza «El día que ganó Susana Dujim» de Johnny Gavlovski encontramos una tendencia en la dramaturgia venezolana: el humor como técnica en la composición de un lenguaje que instrumenta la comedia en el tratamiento del habla de sus personajes. Éstos se acarrean desde su condición urbana y de cómo a su vez se entienden con la ciudad. El lenguaje usado es, por encima de todo, teatral. Puesto que los personajes van introduciendo su vitalidad mediante esa identificación ideosincrática que se expresa en ese habla, en la manera que determinan sus vidas ante el espectador. Es decir, la estructura de esos personajes se da en el orden sintáctico, en la relación que se establece con los signos verbales y cómo se usan en la construcción del drama. El habla de un personaje en relación a otro quiere determinar su sentido con el espectador: contextualiza al público cuando lo acerca a su nivel de expresión. De manera tal que la audiencia infiere en el relato y, por consecuencia, interpreta como suya la situación. A eso me refiero cuando digo que se contextualiza. En ese momento el aspecto ideosincrático interviene en la comunicación de la obra con la finalidad de concebir un estilo en la comedia. Tal estilo de la comedia se viene desarrollando en el teatro venezolano desde los primeros textos de José Gabriel Núñez. Este sería el antecedente más importante en la compresión de una parte importante del teatro venezolano. Pero sin querer dispersar la estructura de este análisis, es necesario registrar aquél uso y saber así cómo se forja esa formalidad de la locución en la comedia como género. Y sobre todo para, ahora, consolidarse como un estilo. Hasta aquí tenemos un logro técnico para la dramaturgia venezolana: el humor se hace técnica, estructura dramática: [lee más en crítica teatral]

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Ruido de piedras

En la pieza, los roles del totalitarista y el sometido se intercambian. Cuando el sistema de represión llega a su fin se observa cómo se invierten los papeles y el victimario se convierte en víctima, y su verdugo algunas veces puede ser la persona a la que le tiene mayor afecto.

«Es de esos cuentos e historias que pocas veces salen a la luz pública y no nos imaginábamos que hubieran podido suceder.

Ruido de Piedras, nos revela el drama interno de los personajes que tuvieron en sus manos el uso y abuso de las torturas, amparados por el poder y la impunidad. Es una tragedia en la que la vida de los personajes se entrelaza en una red de intrigas, amor y odio», explica el director del teatro Luisela Díaz y productor de la obra José Manuel Ascensao.

De principio a fin la obra transporta al público en el tiempo, llevándolos hasta un desenlace inesperado. El hilo temporal de la obra se desarrolla en tiempo presente con transiciones al pasado que se producen a través de recuerdos de los personajes.

Ruido de piedras contiene un mensaje: que episodios como estos no se repitan», explica Ascensao. La obra es producida por él y por Enith Pulido, la dirección de arte es de Silviainés Vallejo, la música de Álvaro Paiva y la dirección de Yves Bitton.

El reparto está compuesto por John Dinan, Juan Rajbe, Carolina Martínez, Martha Ostos, Gustavo Adolfo Ruiz, Carlos Clamares, Levi Zielinsky, Glen Brening, Ángel Bajares, Enith Pulido y Juan Rincones.

Fuente: entorno inteligente

El lector recibirá un frangmento de las piezas. En caso de interés por parte de los lectores, por favor, ponenerse en contacto con su autor


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